miércoles, abril 4

Nubes en mi mente

Las nubes en mi mente
recorren su camino.
Dentro de poco
llegarán a pensar
dichos de tu boca
sonidos de tu voz
colores de tus manos
que busco en memorias
de amplios remolinos
pasajeros, inertes
enfocados en sus cielos
al que un día iremos
si quiero. Ser artífice
de un diálogo permanente
entre vos y yo.
Entre las manos
que brindan colores
matices, de querer
sediento de sonidos
de mi voz, en tu oído
y que vuelve a respirar
en un solo ser, estrecho
espontáneo como un parpadeo
que da la señal
para que llegue al río
de dónde mis nubes
nacieron y nacerán.
De dónde el nosotros
se hace posible
y el negativo desciende
se despide de los dos.
Manos entrelazadas
cintas en el aire
encerrado y violento
que parece nunca
expirar del todo.
Lo hemos mantenido
en cautiverio,
y logró escapar.
Es una mezcla
del albañil,
de los secretos de nos.
Casi nunca construye
lo que yo presiento,
podría todo el tiempo
suceder en un segundo
si lo tomaras
y lo usaras en eso
sería feliz.
Aún más, árbol
en fruto que cae
en tus manos
sentir de nuevo
el sol de la vida
al contacto de los colores
fugaces del chisporroteo.
Corrientes adversas,
se funden en el cauce
que decido sin quererlo,
aunque a tí si;
te quiero.
De mil maneras
te lo diría, pero
nunca decrecería
la fantasía,
que no conoce 
de posibilidad para
salir, al entorno latente,
donde sos verdadero
y donde podés oponerte.
Con mi miedo que vacila
ante el futuro inconsecuente
la nube de promesas
de amor, de dolor
que baja sobre mí,
me deja sin verte
solo quiero
atisbar al momento
infinito retrato
de nos, él, tu, yo,
juntos y el cielo
individual del destino raudo.
Fatal, atrapada
en tu todo,
en el mundo
de la soledad.