martes, diciembre 9

Las palabras, C. Fernández Moreno

tienen cuerpo las palabras tocan y son tocadas
son caramelos se las puede lamer chupar mamar
hierven como peces en un estanque tropical
tienen tantas formas como las valvas según las rocas a que se adhieran
pero importa mucho más lo que contiene su nacarado seno
la vida deliciosa frágil del ser que las habita
son transparentes para que resplandezca su contenido
son crisálidas clavos ardiendo
granadas que revientan en la mano si no se arrojan a tiempo
sólo viven para morir
son pilotos suicidas
perecen al tocar su objetivo
la poesía es uno de esos objetivos
uno de los nombres del hombre
su respuesta al canto del gallo
toda expresión equívoca que aclara las cosas
la parte en blanco de los formularios
el himno de libertad de un libre o de un esclavo
un balbuceo muy bien impostado
un abuso del lenguaje

martes, noviembre 18

en mis flores negras

en las palabras
en mis palabras
busco,
buceo por el océano de un diccionario
por el río del lenguaje vivo
y por la ribera de tu oreja vendré
con un poema y un acordeón
a desvelarte el corazón
te invito
todas las mañanas
esa fibra hecha de letras
esa fibra y reflejarte en ella

pero me voy
te doy un abrazo porque no doy más
y sigo camino
como quién diría
paso la página
y aunque la muerte aún no nos separa
te regalo un ramo de flores negras
a la espera de que nos volvamos a ver

martes, octubre 7

cosoteca

articulo la marea
cuando inflo la flema del árbol resfriado
vive veloz en mi vereda
la finca se vincula con todo aquello
cuidado desde la estrella
y la fijación sobre sed sin jadeos
me tiene el pimpollo sin querella,
seduciendo un zumbido asustado
recalcula la herramienta de mercado
sobre el axis se derrumba el atlas
pero el camino me mira pasmado
la tromba lo dejó sin pomada.


nudo

la siento en la sien húmeda
la fibrosa cuerda
la palpo en la piel
la cuerdo
tomo un extremo y lo llevo a pasear
me encuentro contigo
me giro me sacudo entro y salgo
y me cargo la punta por toda la ciudad
y entonces te veo por un rabillo
me contoneo de felicidad
me contorneo te abro te atravieso y me voy hacia atrás
la tengo, y vos tenés la otra
corremos y saltamos
y en un punto no puedo avanzar más
me rueda me lucha me tuerce me forcejea

que atados estamos che

Volver en río dos veces.

Recorro cántaros contornos si desde la hormiga la cuerda entra atrapando al caer, vacía, barco de papel de una navegante, hacia el abismo cloacal un día de niña, que miró el cordón de la vereda, sobre todo ella se inclina. Si arrojo mi vista y mi brazo abraza empuja líquido vidrio, sobre todo cae mojada al fluir, donde salta ansiosa reflejada en mil caireles quísticos, donde saltan las sedas y sedes cabales que se desenvuelven en picoteos al brazo de asa, si diversifico las riachas endorreicas cuando la veo y no la veo,se acaba, se vacía, se esquiva, se esconde, se termina sirviendo en sí misma, en su mismo espiráculo suelto que ya no está allí, si suelto lo que no sujeto. Soñolienta jarra de linfa que dilata mi cuerpo y me revuelve hasta mi pasado,

zúm

dos fibroídecas me tiemblan sometidas, estúpidas
el vozarrón ze zierra zobre mí
y se proyecta a la oncena
dos fibrosas cuerdas me atan cuando duermo
reniego y tanto despierto
remordimiento
no veo el nudo que anida
siento, pero lo siento aquí
en su pelota dentro
que me castiga por el oprobio humano
humanos de manos atadas
y no puedo hablar
me someto estúpida
al vozarrón que ze zierra zobre mí y ZÚM
sunami de ziegos dezeos apazionadoz


miércoles, septiembre 10

volante tornasol

Tu garrapatea estrepitosa se me trepa como cienpiés en chancletas, si empezamos así: agarrate catalina. Este tropezón nos llevará de viaje hasta la China, pero vos sabés que el mercado de la rima conduce a la ruina. Así que subite... bajate... o mejor columpiate dentro de mi garganta, colgate de mi úvula que te llevo a pasear en esta trapisonda apasionada que jamás olvidarás. Sino andá a descarozar uvas, que te hará bien. Muy bien. Si no querés, esto así no va a ningún lado, es tu estúpida bicicleta fija yo sólo quería comerme toda la crema con frutillas, pero el fin, pero el fin es la discusión bla bla bla.
Silencio de longa. Respiremos, alguien va a dar el primer llamado mensajito timbrazo paso. Barra de repetición y vamos da capo.

gansos/vuelo uno

respira
corre corre corre
saltavuela

cadenas imbéciles atrás las burlo
y el gesto en el aire
roja caliente me huyo
por fin!
y me clavo como flecha como dolor como grito
como botón como aguja como alfiler me clavo y les grito
NO
VUELVO
MÁS
olvídense
nnnnnn
todo cambia todo
dientes atrapan
y la serpiente salió de su puño
cuando herméticas resoplan buscando compasión
pero ¡NO!
olvídense
nnnnnn
novuelvomás
acá arriba el viento te peina el alma
te mimetiza
te exuda te laxa te oxida
la exótica te exalta te excita
de tu cérvix te crecen alas
y alada sentís el ardor del cuerpo que anhelabas
ves a los enredados y realmente no querés
ser débil otra vez
por eso yo
NO
              v  u  e  l  v  o
másssssssssssss

Polvo

Era evidente. Si uno deja la ventana entreabierta el polvo entra.

Sólo el polvo opaco acuático te controló te sacudió, tan profundo miedo te ibas haciendo caracol, en la pista la huella del rastro tu baba asquerosa viven mil caras comiendo lechuga transfigurada. Y los ojos se salen al polvo flotando, diarrea de timbres, qué presión los revienta como sismo sistemáticamente sonando y sanando al fractal finito de fea menfita de camafeo que forra tu concha de molusco caracol. Alguien te pisó.
Esto no es la comisura del comienzo, tan poco escaso universo amontonado en el remolino de la aspiradora tenemos, que estamos llenos de polvo. Complot del polvo venimos y al polvo nos vamos, sí, ese, cualquiera, ejemplo: maquillaje de tu vieja porfirizada en el polvo de un hotel, y después naciste vos, así que nomás tirate al polvo, mordelo arrancalo sangralo escupilo arrastralo como un caracol; rompé la persiana sacá las ventanas quemá las cortinas, no importa nada ya: el polvo se nos mete en el calzón.

jueves, septiembre 4

piel

y la pared vestida
se escondió con la sombra,
dentro del placard.

Caídas en la guerra
se revolcaron
ataron las grietas
sacudieron el polvo acumulado.

Un capullo de gracia,
hija desnudez
escapó corriendo

tenía vergüenza.

Haikus II

La brisa corre
dentro de las miradas.
Mañana llueve.

Asiento leve,
alas encadenadas,
árbol de abrazos.

Aves al revés
retroceden al invierno.
Vuelan sus nidos.

Los frutos caen,
en manos de la lluvia.
Aplausos suaves.

martes, septiembre 2

Jaulas

Cada amanecer, iluminado por el estío y su calor, desde el patio el sultán pasea, siendo uno con las enredaderas de las pérgolas, y los duraznos floridos; y los jazmines sonrojados le acarician su cabeza. Siente en la piel, las de todas sus amantes, y recuerda cada perfume, cada vez que al deslizar las cortinas se veía salir el sol detrás de su montaña.
En esa dulce hora del alba que es magnífica para retozar, el sultán cabizbajo redola entristecido, contempla por última vez el palacio que se alza más arriba en la ladera, y escucha el río que esa noche lo ayudaría a escapar. "Quizás la pena se pierda en mí como el río en el mar, y la lluvia en el río". Y con sus palabras, el suspirar lentamente viaja hasta la noche en la cual los grillos cantan desde afuera de la sombría jaula.
El sultán solitario se duerme pensando en ella, allí, en su cama angosta con perillas de metal. El frío lo toma en sus brazos al despertar temblando, casi como el fresco en el patio del que era su palacio, cuando al pasear con la frente en alto y el pecho gallardo, creíase dueño de la tierra. Ahora el sultán prisionero deja caer su turbante al suelo, como en tantas noches de lujuria, con la triste verdad de no haberla conquistado.

jueves, agosto 28

haikus I

Colores de paseo.
Luz de verano
atraviesa el polvo.

Desnudos en la sombra.
Ocaso rojo
susurra al origen.

El frío de tus labios,
tibio sol oculto,
corona nuestro parque.

La hierba siempre verde,
como la guía
de un puente entre nubes.

Árboles con ceniza
del volcán blanco.
Mil vientos la hamacaron.

miércoles, agosto 20

el ruido de las mariposas

esta noche, si
pude oír
    se expandía la sombra mareada
                    mariposa se posa en la baranda
    un balcón que se larga a volar
y yo sentada dibujando con un dedo la luna sola
                    el sonido sentí
                  chiquito
                pianísimo
al ver sus alas cantar
                            alelada magia nocturna
que mis oídos tan radares
supieron encontrar entre la espesura
                                          me quedé constelada
                      con la ciudad oscura y calma
mis orejas también aletearon
                y junto a la mariposa se fueron buceando
aplaudí silencio
                     velos de novias vírgenes llovían
y en mis manos quedaba el sonido
como arena que sale de un camisón

viernes, agosto 8

un truco de magia

atravesé el patio en
d
   i
     a
       g
          o
             n
                a
                    l

la luz de la mañana fría
lilácea alba violeta
se metió en mis ojos

lampo del recuerdo
mil momentos
lloviendo tenues
sobre el inmeso lago emocional
m e m o r i a s

transcurrieron tres pasos
autónomos, diría automáticos

tintineo de llaves que entró en el cerrojo

del otro lado del pasillo
se cerró la puerta
y media vuelta ¡hop!
seguí adelante
sin mirar atrás

muerte de un metrónomo

tic tac tic tac
negra 150
repiquetea entre las paredes de la vieja casa
el joven estudia a toda máquina
tic tac tic tac 152
un poco más, él puede más
tic tac tic tac 154
rápido, el artista debe salir a tocar

aplausos arrítmicos
repiquetean en el teatro
acéfalos anacrúsicos
las síncopas confunden al joven concentrado
metrónomo enloquecido
80, 95, 200, 123, 72, 45, 30

silencio

un libro se guarda y otro se saca
negra 84
ya sentado se prepara para empezar
pequeño siniestro machacón agudo
tic tac tic tac
retumba entre los oídos
tic tac tic tac
se siente como sudor
vapor lejano hace arrancar su corazón
la música atraviesa al público
como ecos de negra 84
que estudia para salir al escenario algún día
y la orquesta, y los aplausos
y el corazón que se acelera de emoción
tic tac tenue tac
el tiempo acabándose
tic tac
las manos empastándose

tic la última nota
tac los ojos en blanco

una mano sujeta el péndulo
vuelve a dar cuerda
y sigue practicando
tic



saludaba desde el andén.
un piolín abandonado
cuando el nene lo soltó:
bailó lejos
cobró propia vida ajena
como si tuviese alma,
bailaba muy saltarín
entre las vías y los bellos durmientes
de aquí para allá rebotaba
y los dos mirábamos como flotaba
-le pasó por distraído- pensé.
pensé en el viento,
pensé en el destino,
pensé en el suicido
en sus lágrimas de plástico
el pobre globo rojo atrapado
tenía amigos el pobre,
tenía ánimos oscuros 
con secretos inconfesablemente angustiosos
una carga estática emocional terrible,
ay, perversa espectadora
dejate de hacer chistes
me dije: - mejor cerrar los ojos - 
que ví todo sentada en el balcón
al instante, que como flecha hasta mí
ese estallido que esperaba llegó
el bochinche estrellado como la noche
pegando un salto más bien tropezón
el tren descarriló”
y vías retorcidas,
feroz ruido rojo,
fuego entre jirones de goma
“NOTICIA: 

sábado, junio 14

oda al silencio

amo al silencio. no cualquier silencio.
el que magnifica los sonidos y ruidos mas bellos
el que me deja atónita y tonta cuando no lo espero
amo al silencio, lo espero y con él vivo y muero

carta a mi padre y se van todos a la mierda

Hola Pa. Estuve dándole vueltas a esto que es lo que hay entre vos y yo. Por definición es una relación de padre e hija. En el verano me dijiste que si tengo preguntas, que las haga. Te escribo con un gran signo de interrogación en toda la hoja, no para que contestes, simplemente para dejarlo afuera, en alguna parte.
 Hay muchas cosas que no entiendo, y es normal, tengo 16 años. Pero hoy no entiendo que cosas pasan, transitan en ese espacio que hay entre vos y yo. Me falta confianza para mirarte, desconozco un montón de aspectos tuyos y muchas veces siento un cierto desconsuelo porque lo que anda dentro de tu mente puede ser algo inaccesible y remoto para mí. Hace 16 años, vivimos bajo el mismo techo, y por momentos tu presencia me genera confusión, rechazo, falta de naturalidad... tu silencio, tu lenguaje físico, termino ignorándolos porque hay algo que me dice que es en vano preguntar, que no voy a conseguir nada hablando, que a veces siento que no me querés escuchar. Cómo no cuestionarme tantas pequeñas cosas que suceden todos los días, cómo dejarlas pasar...
 ¿Qué pensás, cómo te sentís como padre? ¿Cuándo quisiste serlo? ¿Quisiste tener hijos antes de conocer a mamá? ¿Qué expectativas (si hubo) tuviste conmigo? ¿Decidiste, planificaste, una educación para mí?
¿Cuál es el hijo que mora en vos? ¿Qué cosas nunca le dijiste a tu papá, a la abuela y que hubieras querido decir?
¿Qué significa vivir? ¿Qué es tu vida, que hay en tu camino? ¿Hay algo que te apasione, aunque sea odio? ¿Cuántas veces amaste (personas, ideales, etc.)? ¿Existe tu amor? ¿Cuánta angustia, bronca o tristeza se esconde en tu cuerpo, al que nunca vi llorar? ¿Cómo es que tu voz nunca se quebró? ¿Qué clase de mecanismos intrínsecos puede haber que yo nunca tengo certeza de tus sentimientos, y ando adivinando? ¿Cómo hago para ver todo eso que sos?
Tengo 16 años. No tengo una autodefinición de mí misma. Estoy buscando ese nosequé que es la vida misma, como cualquier joven. Creo que vos dejaste de buscar, espero que me equivoque. Lo único que tengo desde la orilla del continente es esa curiosa isla que es erosionada por el viento y las mareas; quisiera ser pájaro, sol o luna para verla completa y llegar hasta ella. De todas formas, no siempre es así: hay días, semanas, meses que parecen distintos, y el mar se calma y puedo nadar hasta la isla, recorrer las playas, ver el cielo y disfrutar de estar por allí, apreciándola... todo eso me confunde. Qué se le va a hacer.
Sé que somos mortales, algún día no vas a estar o yo no voy a estar y si no te exprimo antes de que eso suceda, las lágrimas me inundarán. Acordándome como un día me regalaste unas fotos tuyas y lo sentí un gesto invaluable, te regalo mis escasas palabras, dirigidas a mi progenitor, dador de vida, al hombre que plantó la semillita que ahora soy yo. ¡Feliz día, te quiero mucho!

martes, junio 10

ojalá lo hubiese escrito yo

Romántica versión del universo será tener tu orgasmo sobre mí, ayer choqué con tu bendita trampa lágrima y luz, me queda algo de ti. Complétame el alma con un bosque y librame, la celda morirá. Atardecer en el clímax de esta noche, abrázame, descubrirás qué lejos estás.

Da Cosmos - Dante Spinetta y Emanuel Horvilleur

lunes, junio 9

Escorpión

encontré un escorpión
en una sandalia rota
me miro fijamente
me dijo palabrotas
después comprendí
eran verdades ancestrales
pura cosa loca
él picó mi pie
y se me hinchó la cabeza
tratando de salvarme
la sandalia revoleé
cuando me estaba yendo
me iba para el cielo
y volando entre nubes
empecé a mirar
ví un pie humano
lo quise picar
era mi instinto sabio
no me puede frenar
un poco mas tarde
la luz me daba vueltas
y veía como hinchados
nadamos en la tierra
corrimos en el río
juntamos las cabezas
unimos nuestras mentes
con toda la selva
todos los animales
todos los cielos
somos el escorpión madre




sábado, junio 7

NO y no

todo y nada
se da vuelta
mira un abismo de cabeza
no entiende
nunca lo hará
comprender es para mortales
la ignorancia infinita
me hace universal

sola descendiendo en toboganes
quiero tirarme a los pies
de la puerta que se abre para ir a jugar
el frío me redime
y el calor me invade
desde mis entrañas
desde mi pecho
desde mi cabeza a mi sexo o al revés

todo y nada
mezclada me hace ser
qué me define
qué decisión tomaré
dejame no pensar
dejame cantar
dejame amar
dejame vivir
dejame enloquecer
dejame desear
dejame

martes, junio 3

astros

leer y escribir
escribir y leer
me río te ríes nos reímos
te juego me juegas nos cansamos
tirados aprendemos observando
cosas
                                               bellas                                                               
                                                  interesantes
tontas
no puede terminarse tan rápido
tan pronto
leo y escribo y no termino más
lees y escribes y el camino se expande sin horizonte
lunas de sal
soles de sol
que giran
 y giro y tu giras y giramos
y rodando nos vamos amando
queriendo en el ruido 
que se siente como un mundo circular

"La hora de la estrella"


Funcionaba en el tiempo la máquina inmensa. Daba la hora de la estrella y todos se ponían a olvidar. Así, se desenchufaban la mente y el cosmos bailaba, danzaba y giraba; estaban juntos y solos, ¡Se volvían libres!


Fluctuando en cualquier color vivo, respirando la vastedad del péndulo en la máquina aterradora y cautivante, que atravesaba la opacidad.


Como el éxtasis inesperado para el tamaño de sus cuerpos, y los pétalos sueltos desesperados e intocables rebotando en los cráneos vacíos y las pieles lamiéndose para no perder nada de sí.


Una nueva facilidad, íntima exclamación de estar encantado, luego tentativas de reproducir la explosión en cada acto de amor carnal, y transfigurados, desechos los cuerpos acezan con tristeza a lo invaluable.


Sobre el encuentro de las nadas con el todo, probablemente ninguna cosa fue dada, era la hora de la estrella, una esmeralda abierta en su estuche cerrado ¿y entonces?

martes, abril 22

desmayo

desvaría, encontrándose enredada de imágenes otra vez. naturaleza absurda.
la aparente hoguera que le pide más y el sol entre el follaje se aproxima demasiado
se acerca y la toca, arde por dentro y ella retuerce su brazo empujándolo más allá de su fiebre
tan sólo piel extraviada, corre inmóvil sobre las hojas secas, desde abajo hacia afuera, y el sudor se desliza por la frente de surcos profundos, baja hacia el tabique, la sal en los ojos abiertos, siempre abiertos. una mueca articulada, el grito ahogado.
Desmayo.
por no ser momento, la fatalidad de su cuerpo eterno es maligna, a través del cansancio resuena el crujido, se dobla su voluntad y entre labios delgados escapa el aire que lo alimenta y lo acerca,
ella da la señal, cuando él ataca en su turno final,
no quiere ver más.


martes, abril 15

un columpio se hace con soga

    Un calor que mata sin dos o tres vasos de agua. Pero a la sombra del ciruelo del jardín y sentado en este columpio se balanceaba sin prisa. "No ha venido aún", se decía. La esperó sin sospechas ni recelos. Un gusto a mate amargo y el olor a pasto cortado hoy por la mañana. "Qué raro que no haya sonado el timbre, no veo la hora de agarrar la bici y salir a dar vueltas y vueltas con ella. Si, perderse un ratito del calor que nos molesta al abrazarnos y mojarnos con la manguera mientras su perro viene a jugarnos con el agua. O ir hasta el río y pasar la tarde tirados hablando de todo y de nada," Pero no venía aún. "Quizás su mamá la tiene ocupada limpiando o haciendo algún mandado, tal vez se le pasó la hora mientras tocaba el violín, ¿qué estará haciendo? si es verano, váyase a saber." De un arrebato se levantó corriendo a mirar el reloj de la cocina: las 8.
    Esa noche soñó: era su fiesta de cumpleaños y el prestidigitador decía abracadabra y los pañuelos de colores desaparecían de sus manos. Dio media vuelta entre las sábanas y detrás del mago, en la puerta de entrada estaba ella. Y aquel precioso vestido blanco con volantes y un lazo celeste con un gran moño. Lo había reconocido enseguida, así estaba ella en su último cumpleaños, cuando él le dio esa tímida carta empapada con gotas del perfume de su madre. Ella lo esperaba con una sonrisa, la misma que sin saberlo se le dibujaba en el rostro; y él no sabía cómo escapar de la sorpresa que el sonriente prestidigitador colocaba con un ademán incitante frente a su nariz. El mazo se apareció, y en ese preciso e infinito momento de duda, de todas las cartas tomó una, para terminar ya con el juego. Cuando finalmente levantó su vista, ella se había ido.
    Se despertó sobresaltado, su garganta oprimida no hacía más que tragar saliva y sus ojos trataron cerrarse en vano. Luego de un rato sin conciliar su sueño, se levantó de la cama y se vistió. Tomó la bicicleta y salió por el portón de atrás, a dar vueltas y vueltas sin pensar, hasta llegar a su casa, la de ella. Se quedó mirando su ventana abierta, esperando, cuando bien sabía que allí estaba, durmiendo. Todo esto no era pavada, y se le pasó por la cabeza por culpa del olor a pasto cortado, que le hacía compañía sentado en el cordón de la vereda.



viernes, abril 11

bumbuna

a mi lado, te soplo palabras y pedacitos de melodías al oído, para emborracharte de sueño los ojitos,
se cierran a medias y para que no hagas trampa los párpados quedan sellados por la magia de un beso.
te arrullo en mi lecho, en mis brazos y mis manos van y vienen revoloteando en tu lienzo de cielo tibio,
en tus hilos salvajes, desanudando el nosequé que me tiene encantada en esta tarea difícil, la labor de cariño y paciencia que se repite a si misma todas las noches hasta que llega el alba y el fresco,
hasta que te siento fluir en mí por fin tranquilo, solo un barco en un lago toma el vaivén de las olas bajo el cielo titilando y se pierde dentro de las sombras que descansan sus oscuridades en lo demás.
tus oscuridades se llenan de luz de a poco, al despertar si me miras, con bostezos sonrío y caigo rendida.

lunes, enero 13

hermana

encontré tu alamar en el borde de la cama,
tu, tan loca buscándolo por donde se encuentran nada más que amarguras.
si no queda otra, es obligación.
pero ojo, siempre se puede trampear novando,
por mañanas que desquician de vivir debajo de las sábanas.
cuando llegó era piel y alma, cenceño de amor,
y míralo ahora, un árbol lleno de flores ya casi frutos que al vaivén de los meses esperan.
yo sé que algún día se irán en su tándem,
los veré partir entre los finos encantos de tu vestido,
y aquí todo seguirá igual,
será sólo un verano para dos.