domingo, noviembre 29
de Wallace Stevens
Los racionalistas que llevan sombreros cuadrados,
piensan, en habitaciones cuadradas,
mirando hacia el suelo,
mirando hacia el techo.
Se confinan a sí mismos
en triángulos rectángulos.
Si probasen los romboides,
los conos, las líneas onduladas, las elipses
(como, por ejemplo, la elipse de la media luna)
los racionalistas llevarían sombreros mexicanos.
a través del maestro Oscar Edelstein
jueves, noviembre 19
koala dos
Ahí colgado cual koala
en el giro marsupial;
controla el plástico libre
y desde el sueño dirige
el torrente de perlas ajenas.
Encima lenguaje con espalda.
Calla, calla lo bello que siento;
respira lo tridimensional
ahí colgado de una forma,
un sonido, un lienzo, un mar...
en el giro marsupial;
controla el plástico libre
y desde el sueño dirige
el torrente de perlas ajenas.
Encima lenguaje con espalda.
Calla, calla lo bello que siento;
respira lo tridimensional
ahí colgado de una forma,
un sonido, un lienzo, un mar...
encontrado
la grieta me cose la espalda
y el cosquilleo me dice que está todo bien
el sol no calienta aún sus hijos
y la ansiedad de beber su piel
me descascara como un mantel
y el cosquilleo me dice que está todo bien
el sol no calienta aún sus hijos
y la ansiedad de beber su piel
me descascara como un mantel
domingo, noviembre 15
algas marinas
algas marinas
cadenas infinitas
no puedo avanzar
mi boca colapsa
el sonido derrumba
el equilibrio final
no se ve nada a través del párpado
persigo colores, gelatina, resbalo
el golpe desfleca sus tristes quejidos.
es la canción del fracaso
es el momento de la retirada
quiere salir pero no nacer
es la memoria de una pesadilla
que vuelve como pelusa
que estriñe las venturas
que cocina las verduras
que quedaron sin comer
al día de mañana, podridas
y en la basura del ayer
es el vuelo de la gallina
la trompeta con sordina
el eclipse de una nube
la garganta de un laúd.
el desempeño de un amante
el sudor de un traficante
son mis ganas de casarme
con el primer inútil al alcance
atada de dedos y orejas
me siento matambre de algas marinas
cadenas infinitas
no puedo avanzar
mi boca colapsa
el sonido derrumba
el equilibrio final
no se ve nada a través del párpado
persigo colores, gelatina, resbalo
el golpe desfleca sus tristes quejidos.
es la canción del fracaso
es el momento de la retirada
quiere salir pero no nacer
es la memoria de una pesadilla
que vuelve como pelusa
que estriñe las venturas
que cocina las verduras
que quedaron sin comer
al día de mañana, podridas
y en la basura del ayer
es el vuelo de la gallina
la trompeta con sordina
el eclipse de una nube
la garganta de un laúd.
el desempeño de un amante
el sudor de un traficante
son mis ganas de casarme
con el primer inútil al alcance
atada de dedos y orejas
me siento matambre de algas marinas
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