miércoles, marzo 1

resolana

ella era así,
entumecida, respirando esferas de gas.
la playa, moviéndose en estado de quietud,
fundía fracciones de cielo y orilla,
un horizonte de manteca.
buscando congelar esa mirada
se derretían sus piezas.

un trueno dominó al poeta
ahogándose en su nube,
el fuego lo buscaba.
al congelar esa mirada,
se derretían sus cadáveres.

la fase tóxica entraba por la orilla.
los monos y los peces volaban
moviéndose en estado de quietud
ahogándose en esferas de pensamientos
entrando en la escena que nos dejó sordos,

y el trueno que congelaba las esferas, nos entumecía con su fuego
y los pensamientos, la playa, la orilla, los monos y los peces
comenzaron a caer en la fase que se iba derritiendo
ahogándose lentamente en su nube de manteca,
que ahora nos respiraba a nosotros.
la orilla, la playa, los monos y los peces, los pensamientos
se buscaban, se fundían en fracciones de miradas,

y la playa llena de cadáveres
moviéndose en estado de quietud,
lenta escena de horizonte entumecido,
fundía suavemente los pensamientos
que continuaron cayendo
en las fracciones de orilla que volaban,
y los monos y los peces ahogándose
en las sordas miradas o esferas de gas tóxico
como piezas de dominó

y el aire que ella respiraba siendo así
mirando a los monos y los peces ahogándose en sus pensamientos,
no era más que la manteca del cielo,
moviéndose dentro del poeta
buscándola en estado de horizonte,
derretida con el fuego

que aquí escribe desde su quietud.



texto original:
-Fuegos en tu cara-
ella era así. Es el fuego que derrite la manteca y la mirada que congela los pensamientos en la fracción en la que hay sólo aire. ¿Por qué respira entumecida?
 -¡Porque se está ahogando imbécil!
Bruno atravesó la playa corriendo para buscarla. Efectivamente se estaba ahogando. Lejos de la orilla y moviéndose en estado de quietud. El otro ni siquiera se movió. Se podría pensar que era el peor guardavidas de la galaxia, pero no, era poeta. Esa escena lo había inspirado, elevado hacia otro universo en el que los monos y los peces volaban, las esferas de gas no paraban de explosionar ¿esa palabra existe? en este espacio sí. nada existe hasta el más...
-¿Podés parar un poquito con esa nube de pedos? 
-¿Querías gases? ¡Acá tenes!
Ese trueno nos dejó sordos y el olor inundó la playa. Todos comenzaron a caer como piezas de dominó. La playa se llenó de cadáveres. La primer fase estaba completada. 

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